La prueba de esfuerzo o ergometría es una exploración objetiva que nos permite valorar como es la respuesta del organismo ante una situación de sobrecarga metabólica como es el ejercicio físico.

Es la aplicación de una carga de trabajo, mensurable, dosificable, fiable y reproducible, que somete al organismo a un estrés físico-psíquico que podemos cuantificar mediante la valoración de los parámetros biológicos. La carga de trabajo aplicada es el parámetro mecánico de la prueba de esfuerzo que correlacionaremos con los parámetros biológicos. En definitiva vamos a estudiar la capacidad funcional del individuo. Las pruebas de esfuerzo aportan al deportista datos sobre su estado de salud y aspectos relacionados con la prescripción de ejercicio con objeto de mejorar su entrenamiento y optimizar su rendimiento deportivo. Estas consideraciones van a condicionar el tipo de prueba de esfuerzo a realizar a deportistas en todos sus aspectos.

La fisiología del ejercicio y la medicina del deporte son un apoyo para la optimización del rendimiento deportivo. Representa un apoyo científico médico al proceso de entrenamiento.

Objetivos de la prueba o test de esfuerzo en deportistas:

  1. Estudiar la respuesta-adaptación al ejercicio de los diferentes aparatos y sistemas.
  2. Objetivar procesos patológicos que no aparecen en reposo.
  3. Valoración funcional objetiva. Control y planificación del entrenamiento.
  4. Valorar la evolución del deportista en distintos momentos de la temporada.
  5. Definir el perfil fisiológico y elaborar valores de referencia para los diferentes deportes.

La sala para la realización de la PE debe ser amplia y bien ventilada con una temperatura entre 20 y 22º C y una humedad relativa del 40-60%.

Recursos Ergométricos

  • Escalón o banco: Poco utilizado en deportistas. Ha de tener una altura conocida y el sujeto evaluado ha de subir y bajar de él con una frecuencia determinada, normalmente regida por un metrónomo. Cada etapa o estadio ha de durar al menos 2 minutos supervisándose la frecuencia cardiaca en los 30 segundos últimos o inmediatamente después de su finalización. Esta limitado por el número de estadios de prueba basándose
  • en la altura del escalón y nivel de condición física del sujeto. La superficie horizontal que ofrece debe estar entre 25 cms y 50 cms.
  • Cicloergómetro: bicicleta modificada a la que se le puede cuantificar la resistencia al pedaleo; puede ser de freno mecánico (trabajo dependiente de la frecuencia de pedaleo) o electromagnético. Se deben poder modificar las características de la bicicleta a las dimensiones antropométricas del sujeto, susceptible de cambiar sus componentes y aplicar cargas a diferentes incrementos y duración de los mismos, así como superar los 650 vatios. Las revoluciones a las que se deben trabajar es de 50 y 60 para la gente en baja forma física, y entre 70 y 100 para las personas bien entrenadas y ciclistas de competición. En cicloergómetro el  VO2 relativo a cualquier ritmo de trabajo es mayor para una persona pequeña que para una grande. El cicloergómetro con frenos eléctricos al permitir aplicar una carga constante tiene la ventaja de que sus cálculos de trabajo son mas precisos. En cambio, la dificultad para calcular con precisión el ritmo de trabajo real a partir del rendimiento en un tapiz rodante se constituye como una importante desventaja. En las pruebas de esfuerzo en cicloergómetros, excepto en ciclistas, se obtienen valores de VO2max de un 10 a un 15% inferiores a los obtenidos en tapiz rodante.
  • Tapiz rodante: Recomendable superficie útil de 2 metros de larga por 0.60 m de anchura y alcance una velocidad de 26 km/h y una pendiente del 24%. Modificamos la carga de trabajo de velocidad y el ángulo de inclinación del mismo. Son complicados para la medición de la tensión arterial.
  • Ergómetros específicos: Kayakergómetro, Remoergómetro, tapiz rodante modificado para esquí, piscina ergométrica, plataformas dinamométricas y de contacto, etc…

A la hora de realizar la valoración funcional debemos tener en cuenta una serie de pautas y actuaciones: alimentación, ejercicio previo, condiciones de laboratorio, anamnesis (entrevista) y exploración física inicial con pruebas complementarias, realización de la prueba con ropa y atuendo adecuado, establecer los canales de comunicación oportunos y vigilar frecuencia cardiaca o tensión arterial o trastornos electrocardiográficos durante el esfuerzo que obliguen a interrumpir el mismo.

Otros parámetros que podrían utilizarse para pronosticar la capacidad máxima para mantener un trabajo:

Recuperación de la frecuencia cardiaca, presión arterial, diferentes relaciones entre la frecuencia cardiaca , presión arterial y duración del trabajo hasta la fatiga; frecuencia respiratoria; capacidad vital; ventilación pulmonar máxima; diferentes relaciones entre capacidad vital y consumo de oxígeno; aguantar la respiración; volumen sistólico; temperatura corporal; pruebas de fuerza muscular; concentración de ácido láctico en sangre (lactacidemia).

A la hora de elegir un protocolo o diseñarlo debemos tener en cuenta:

  1. El objetivo del test e indicación para realizarlo.
  2. Actividad física realizada por el sujeto o modalidad deportiva, momento de la temporada,  condición física o estado de entrenamiento en el momento de la prueba, la edad, el sexo, el sobrepeso u obesidad, déficits físicos y/o psíquicos.
  3. Medios técnicos disponibles.
  4. Propuestas de protocolos de esfuerzo diseñadas por la federación correspondiente.

Las características que debe reunir un protocolo para la valoración del VO2max son: duración de 8 a 12 minutos, familiarización previa con el ergómetro, periodo de calentamiento adecuado, incrementos pequeños en la carga de trabajo y utilización de grandes grupos musculares.

Según el tipo de protocolo de esfuerzo empleado tenemos protocolos:

  1. Continuos (sin interrupción en la administración de la carga o registro del parámetro de referencia) o discontinuos.
  2. Triangulares o en rampa (incrementos progresivos de la intensidad de la carga) o rectangulares o en escalón (cargas constantes durante un tiempo determinado).

Debemos programar en una prueba de esfuerzo siempre en 3 fases: calentamiento, ejercicio y recuperación.

Pruebas o Test submaximales:

Partiendo de la realización de un ejercicio físico liviano llega hasta un nivel de esfuerzo predeterminado o delimitado y que implica no superar el 85% de la frecuencia cardiaca máxima teórica o pronosticada (Fórmula de Tanaka): 208 – (0,7 x edad). Durante su realización se registran o monitorizan la frecuencia cardiaca, la intensidad de esfuerzo y otras variables como tensión arterial, electrocardiograma, percepción subjetiva de esfuerzo (Escala RPE),… si el técnico responsable lo cree oportuno en función de las características del sujeto evaluado y los objetivos del estudio. Las pruebas submaximales también se utilizan para calcular la capacidad máxima funcional (VO2max) extrapolando la frecuencia cardiaca a un máximo pronosticado y utilizando la relación lineal entre la frecuencia cardiaca y el consumo de oxígeno (intensidad de esfuerzo) para calcular la capacidad funcional.

Pruebas o Test maximales:

Se valora el rendimiento máximo o máxima capacidad de trabajo físico del sujeto (magnitud de la última carga completa realizada). El criterio general de maximalidad de la prueba es que el deportista alcance la frecuencia cardiaca máxima teórica o que no aumente la frecuencia cardiaca al aumentar la carga de trabajo.

Existen un grupo de criterios de definición de una prueba ergométrica máxima:

  1. Frecuencia cardiaca: al alcanzar la frecuencia cardiaca máxima teórica del sujeto, teóricamente se ha alcanzado la máxima capacidad de trabajo. La fórmula mas utilizada actualmente (Tanaka) para estimar la frecuencia cardiaca máxima de cada persona en función de su edad es Fcmax teórica = 208 – 0.7 x edad
  2. Cociente respiratorio (RER). Cuando supera la unidad nos ayuda a definir una prueba máxima, otros autores consideran que debe llegar al menos a 1.1
  3. Concentraciones sanguineas de lactato. Una concentración de lactato en sangre mayor de 8 mmoles/l indica en general el carácter máximo de la prueba.
  4. Consumo de oxígeno (VO2). La demostración de una meseta en la curva de consumo de oxígeno durante la realización de un ejercicio incremental. La estabilidad o descenso del VO2, a pesar de seguir aumentando la carga de trabajo, es el criterio que mejor define la condición máxima de la ergometria, ya que nos indica que se ha alcanzado el consumo máximo de oxígeno VO2max.

Existen dos tipos básicos de pruebas maximales de laboratorio: por un lado aquellas que implican la medición de respuestas fisiológicas a niveles de trabajo en aumento (por ejemplo frecuencia cardiaca); por otro lado, aquellas que evalúan el rendimiento físico hasta el grado máximo de resistencia (por ejemplo, tiempo de esfuerzo hasta la fatiga o el tiempo empleado en recorrer una distancia determinada).

Entre las ecuaciones que estiman el VO2max destacar aquella que es obtenida en el cicloergómetro al multiplicar la potencia máxima alcanzada por su equivalente energético (0.01433) y dividirla por el equivalente calórico de 1 litro de oxígeno (4.83) multiplicado por el grado de rendimiento humano en el cicloergómetro (23%) y que obedece a la expresión:

VO2max (l/min) = (Wx0.01433)/(4.83×0.23)

En cambio la estimación del VO2max en pruebas sobre tapiz rodante depende

en gran medida del protocolo en concreto utilizado y de la eficiencia del corredor,

que puede variar en un rango muy amplio.

Estas ecuaciones se suelen basar en cálculos de regresión efectuados sobre muestras de sujetos de poblaciones concretas, ya que el cálculo teórico individual de las demandas de oxígeno en la carrera sobre tapiz rodante es difícil por las grandes variaciones interindividuales de la eficacia energética.

Lo ideal es aplicar como regla general una carga inicial que produzca entre el 25% y el 40% de la potencia aeróbica máxima (VO2max), y progresiones que produzcan entre el 10% y el 15% del VO2max en cada etapa.

Los parámetros monitorizados del esfuerzo ergométrico pueden ser indicadores del esfuerzo aeróbico desarrollado: pendiente, vatios, revoluciones por minuto, desarrollo, fuerza aplicada, tensión, peso, número de paladas o brazadas, longitud y frecuencia de zancada, etc…

Por otro lado los registros cardiovasculares se realizarán mediante pulsómetros (el más cómodo y exacto), electrocardiógrafos y Ecocardiógrafos con sensibilidad para el registro durante el esfuerzo físico.

La frecuencia cardiaca puede ser monitorizada durante el esfuerzo cada 5,15 o 60 segundos, se puede realizar la grabación de la misma y transferir los datos a un PC para su posterior estudio. La determinación del umbral anaeróbico atendiendo a una metodología cardiológica (identificación del punto de inflexión de la progresión de la frecuencia cardiaca en relación a una progresión constante en la intensidad del esfuerzo) exige que el protocolo utilizado incremente la intensidad como mucho cada minuto.

El VO2max es un parámetro poco sensible para detectar cambios en la capacidad de resistencia en sujetos de alto nivel o con un amplio historial de entrenamiento (Lopez-Calbet J.A., 1995). Con la determinación del umbral anaeróbico (Wassermann y cols, 1968 y 1991), o intensidad de esfuerzo a partir de la cual la energía suministrada por el metabolismo aeróbico es insuficiente para satisfacer completamente la demanda energética, hoy día se reconoce, por multitud de autores, que es el factor con mayor validez predictiva de la marca en competiciones de resistencia. Para Wassermann el umbral anaeróbico es un importante índice de la habilidad del sistema cardiovascular para aportar oxígeno a un ritmo adecuado para evitar la anaerobiosis muscular durante el ejercicio.

Su determinación precisa exige de procedimientos directos ergoespirométricos con análisis de intercambio de gases, existiendo aún controversia con su metodología de determinación y su significado real.

Conconi y cols. en 1982 publicaron un procedimiento directo y no invasivo para determinar la intensidad de esfuerzo correspondiente al umbral anaeróbico mediante un protocolo progresivo y máximo (hasta el agotamiento) con registro continuo de la frecuencia cardiaca. La relación entre la frecuencia cardiaca e intensidad de esfuerzo, lineal a intensidades bajas, muestra una inflexión de la curva hacia la derecha a intensidades altas, siendo este punto de inflexión identificado como umbral anaeróbico y se corresponde con una frecuencia cardiaca umbral.

Todo programa de entrenamiento puede mejorar los valores de VO2max, ya que la mejora del VO2max comporta un incremento de la capacidad de resistencia y viceversa,  pero que si bien es significativa en sujetos no entrenados sometidos a un programa de ejercicio, no lo es en sujetos o deportistas activos. En cambio la intensidad de esfuerzo definida como umbral anaeróbico es el parámetro más sensible a los cambios con el entrenamiento de resistencia aeróbica, siendo muy utilizado en la valoración funcional del deportista ya sea como test de campo en el propio terreno deportivo o en el laboratorio. Cuanto más tarde aparezca el umbral anaeróbico en función del porcentaje de VO2máx, mayor capacidad aeróbica tendrá el sujeto; de esta forma, mientras que en sujetos sedentarios se identifica al 50% del VO2max, en deportistas de élite de especialidades de fondo (resistencia aeróbica) se encuentra al 80-95% del VO2máx.

Conconi y cols. en 1982, al igual que otros muchos autores, en sucesivos trabajos publicados en la década de los 80 y 90 muestran índices de correlación de 0.80 y 0.99 entre la frecuencia cardiaca umbral y el umbral anaeróbico. La gran controversia respecto a su validez, fiabilidad y reproducibilidad de la identificación del umbral anaeróbico subyace, entre otros factores, a si la determinación de la inflexión se hace por identificación visual (subjetiva) o mediante un programa matemático o a los grupos poblacionales elegidos para su estudio, ya que al parecer sólo en sujetos muy experimentados en entrenamientos de resistencia la validez, fiabilidad y reproducibilidad se garantiza.

En cambio, como  demuestran Calbet y cols. en 1995, cuando se evalúa la fiabilidad y validez del test de Conconi en tapiz rodante de sujetos de diferente condición física y de ambos sexo se observa que la frecuencia cardiaca umbral tuvo lugar al mismo porcentaje de la frecuencia cardiaca máxima teórica (88-91%), al igual que una alta variabilidad de la velocidad en la frecuencia cardiaca umbral, así como su escasa correlación con la velocidad máxima, por lo que se limita la utilidad de la frecuencia cardiaca umbral en la evaluación de la condición aeróbica y, por tanto, en el control del entrenamiento. En definitiva ello aboga por la escasa fiabilidad de este parámetro en sujetos no sometidos a entrenamiento regular. Para ellos este parámetro parece ser sólo útil para definir un fenómeno fisiológico, que tiene lugar a un porcentaje relativamente constante de la frecuencia cardiaca máxima (88-91%), independiente del grado de condición física aeróbica de los sujetos (aunque su trabajo no se dispone de datos que evalúen dicho VO2max).

Imagen 2

* Ejemplo de test de laboratorio en tapiz rodante en un atleta donde se recogen las variables de velocidad, inclinación, METS alcanzados, frecuencia cardiaca e información del electrocardiograma.

Hoy día el umbral anaeróbico se utiliza para monitorizar las adaptaciones al entrenamiento y para determinar las intensidades de trabajo con las que mejorar la capacidad o potencia aeróbica de los sujetos; por todo ello, la identificación del umbral anaeróbico es un proceder muy valioso para proceder a determinar la capacidad aeróbica del deportista.

El gasto cardiaco quizás sea el factor mas importante del VO2max, el cual depende de la frecuencia cardiaca y del volumen de eyección o sistólico. De todos estos factores el mas accesible y fácil de controlar, monitorizar y/o medir es la frecuencia cardiaca, que sigue una tendencia de aumentar según se incrementa la intensidad del ejercicio (en principio atendiendo a una relación lineal que se pierde a intensidades de esfuerzo cercanas al 80% del máximo), hasta un nivel condicionado por la edad y la herencia.

Existirá un error adicional en las estimaciones del VO2max si la frecuencia cardiaca es obtenida por palpación (últimos 15 segundos de cada estadio) y no utilizando un pulsómetro.

La identificación de la percepción subjetiva de esfuerzo (Escala de Borg, 1982) puede ser de utilidad su utilización para que el deportista aprenda a relacionar una carga de trabajo con unas sensaciones personales y para que el médico relacione las cargas impuestas con las sensaciones que el deportista le transmita durante la prueba. La escala mas utilizada actualmente es la escala revisada que va de 0 a 10, siendo el 0 la ausencia de sensación de esfuerzo (nada) y el 10 la fatiga (muy muy duro). La elección de un nivel debe corresponder a la sensación global como suma, por  un lado desde el punto de vista cardiovascular y por otro muscular o del aparato locomotor.

Los esfuerzos físicos podrán ser mantenidos durante un tiempo determinado en función del nivel de VO2max al que se realiza: la intensidad de esfuerzo siempre ha supuesto un factor limitante de la duración del mismo. Por ello partiendo del criterio de que a mayor intensidad, mayor VO2, se puede hablar de unos límites teóricos de la duración máxima de esfuerzo en sujetos entrenados en relación al porcentaje de VO2max: de 6 a 10 minutos para el 100% de VO2max, 30 min para el 95%; y 60, 120 y 180 min para el 85%, 80% y 70% respectivamente. Por el contrario, los sedentarios apenas podrán estar 30 min al 70% del VO2máx. El hecho de que la parafernalia técnica y su evolución no han permitido que dicha tecnología esté al alcance de cualquier laboratorio o centro y que el proceder metodológico para su determinación implique numerosos recursos materiales y humanos, es por lo que los test indirectos basados en la predicción de la capacidad de trabajo físico han sido más requeridos para utilizarlos en valoraciones de grandes grupos poblacionales, despistaje de problemas de salud, control de entrenamientos o simplemente cuantificar la capacidad funcional de un organismo y su respuesta fisiológica al esfuerzo.

Las pruebas indirectas se basan en recoger variables con las que se establecen relaciones para obtener mediante fórmulas o cálculos estadísticos los resultados (estimación o predicción del VO2max).

Son muchos y variados los métodos para determinar el VO2 de forma indirecta, pero se requiere de un procedimiento especial (protocolo) si se quiere valorar la respuesta cardiovascular y respiratoria al esfuerzo físico al mismo tiempo que valoramos el rendimiento. En diferentes actividades fisico-deportivas, una mayor potencia aeróbica, o máximo consumo de oxígeno, es determinante en la obtención de un mayor rendimiento: a mayor VO2max y mayores valores intermedios (umbrales mas altos), mejor rendimiento se obtendrá.

Las pruebas más comunes para estimar el VO2max utilizan la frecuencia cardiaca del ejercicio o la registrada inmediatamente después del ejercicio con un régimen normalizado o reglado de esfuerzo. Las pruebas de estimación utilizan la relación esencialmente lineal entre la frecuencia cardiaca y el VO2 para varias intensidades de ejercicio desde ligero hasta moderadamente pesado; de forma que la pendiente de esta línea (índice de aumento de la frecuencia cardiaca) refleja la condición aeróbica del individuo.

Una de las formas más sencilla de estimar el VO2max, exceptuando su medición directa, es extrapolar los valores de VO2 de cada intensidad de trabajo a su correspondiente valor de frecuencia cardiaca. Esta relación, sin ser exacta, nos permite aproximar con cierta fiabilidad la intensidad de carga con la que nos interesa trabajar, utilizando para ello un parámetro fácilmente controlable. Según Marion y cols en 1994 se puede establecer la siguiente correspondencia entre el porcentaje de frecuencia cardiaca y el porcentaje de VO2max, y que respectivamente es:

  • 50%-28%
  • 60%-42%
  • 70%-56%
  • 80-70%
  • 90%-83%
  • 100%-100%.

Protocolos de esfuerzo

Pruebas maximales:

Los test indirectos maximales se basan en la utilización de ecuaciones de predicción del VO2max atendiendo a dos tipos de fundamento:

  1. Calculando el oxígeno necesario para un rendimiento determinado en cicloergómetro (a razón de 12 ml O2/ vatio):

VO2máx (l/min) = (vatios desarrollados x 0.01433)/(4.83 x 0.23)

  1. Estimando el VO2máx en función del tiempo de prueba (T):

Test de Bruce: VO2max (ml/kg/min) = 6.14 + (3,26 x T)

Sharkey utiliza el ritmo cardiaco de calentamiento para determinar la velocidad adecuada de la cinta ergométrica. Durante la prueba la velocidad es constante y la pendiente va aumentando hasta los minutos finales en los que la velocidad y la pendiente aumentan a petición del individuo evaluado. Atendiendo a los datos de referencia de su normograma se pueden hacer estimaciones del VO2max.

Pruebas submaximales:

Cualquier protocolo maximal puede utilizarse como submaximal. Se utilizan para estimar el VO2max o simplemente para ver los cambios que se producen en algunas variables a lo largo de un programa de ejercicio. No obstante hay que constatar que estimar o pronosticar el VO2max a partir de una prueba submaximal conlleva un error sustancial, pero es útil para calcular la capacidad funcional aeróbica y establecer clasificaciones o programaciones. La selección del ritmo de trabajo inicial y del ritmo de progresión sobre el cicloergómetro debe tener en cuenta factores como peso, sexo, edad y nivel de condición física. Por ello el protocolo progresivo submaximal de YMCA (Holding y cols, 1989) empieza con un primer estadio a 150 kgm/min y los estadios subsiguientes se escogen dependiendo de la respuesta cardiaca tras el primer estadío de 3 min.

Mientras que el ACSM (1991) hace frente a este problema recomendando 3 protocolos  para cicloergómetro en base al peso corporal y a las pautas recientes de actividad física. Los criterios de selección son:

  1. Protocolo A:

Individuo menor de 73 Kg de peso corporal e independiente de su nivel de     actividad física (recomendable para la mayoría de las mujeres). Son 4 estadios o etapas de 2 min de duración, comenzando con 150 kgm/min, e incrementos de 150 Kgm/min cada estadio.

  1. Protocolo B:

74-90 Kg, sujeto medianamente activo en los últimos tres meses (mas de 15 minutos de ejercicio intenso, 3 dias a la semana), o bien para sujetos inactivos            con peso corporal mayor de 91 Kg. Esta constituido en 4 estadios o etapas de 2 minutos de duración, comenzando con 150 kgm/min, siendo para los siguientes de 300, 600 y 900 kg/min.

  1. Protocolo C para cicloergómetro:

Si sujeto tiene más de 91 kg de peso corporal y activo los 3 últimos tres meses (15 minutos 3 dias/semana). Esta constituido en 4 estadios o etapas de 2 minutos, comenzando con 300 kgm/min, e incrementos de 300 Kgm/min cada estadio.

También la estimación del VO2max en pruebas submáximas se puede predecir basándose en la utilización de normogramas corregidos de la edad como sucede en el caso del Test de Astrand-Ryhming. Igualmente, y como sucede para este mismo test, se puede predecir la VO2max basándose en ecuaciones de regresión establecidas en función de la potencia alcanzada (W, en vatios desarrollados y atendiendo a que 1 kpm equivale a 0.1635 vatios), de la frecuencia cardiaca y de la edad (A, en años).

VO2 = 1,29 ((Wx(FrC-60)) – 0,00088 A

Physical work capacity (Pwc-170) (1949)

Es la capacidad de trabajo físico a 170 lpm (Whalund 1948) en base a:

  1. La frecuencia cardiaca es una función lineal del consumo máximo de oxígeno y de la carga de trabajo.
  2. Por encima de 170 a 200 latidos por minuto no es de esperar un mayor aumento del gasto cardiaco con una frecuencia aumentada.
  3. La máxima frecuencia cardiaca a la que se puede desarrollar un trabajo de manera adecuada es de 170 lpm.

Muchos estudios han mostrado una buena correlación entre los valores de PWC170 y de VO2max (r = 0.95), por lo que parece que este parámetro puede ser útil en la evaluación de la aptitud física desde el punto de vista cardiorrespiratorio.

Se inicia con un calentamiento pedaleando durante 2-3 minutos con una carga de 25 ó 50 W (dependiendo del grado de entrenamiento del sujeto), el protocolo es continuo triangular progresivo hasta el agotamiento comenzando con 50 vatios e incrementándose la carga en 25W cada 2 minutos, a un ritmo constante de 60 rpm en posición sentada todo el momento. Protocolo para niños, sujetos sedentarios y adultos. Algunos autores proponen que en deportistas al acercarnos a la frecuencia cardiaca prevista (170 +/- 10 lpm.) los escalones sean de 25 vatios. Si fuesen deportistas de élite la carga inicial tendría que ser de 100 vatios y los incrementos de de 50 vatios cada 2 minutos.

En general los niveles de esfuerzo recomendables podrían ser:

  • 10 vatios por minuto
  • 25 vatios cada 2 minutos
  • 50 vatios cada 3 minutos

La valoración expresada como capacidad de trabajo físico se realizará según los diferentes incrementos del protocolo.

Con incrementos de 50 vatios utilizar la ecuación:

PWC-FrC (vatios) = W1 + (W2-W1) [(FrC- FrC1)/(FrC2-FrC1)]

Con incrementos de 25 vatios se utilizará otra ecuación:

PWC-170 (vatios)=W + ((170-FC1)x100/((FC2-FC1)x4).

W1: Carga de trabajo inmediatamente inferior a aquella en la que se han superado los 170 lpm (en vatios).

W2:   Carga de trabajo en la que se han superado las 170 lpm (en vatios)

FC1: FC correspondiente a W1

FC2: FC correspondiente a W2

Tener en cuenta:

  1. Los puntos deben de encontrarse en un rango de frecuencia de entre 100 a 170 lpm (o 170-10 por década de vida a partir de los 30-40 años de edad)
  2. La carga inicial debe ser de 1 vatio por Kg de peso
  3. La frecuencia cardiaca de la última carga debe superar los 150 latidos por minuto
  4. En niños es aconsejable un protocolo de 25 vatios cada 2 minutos.

Las principales aplicaciones del test:

  1. Evaluación de la capacidad física con elementos sencillos.
  2. Control y seguimiento de los programas de entrenamiento y/o acondicionamiento físico.
  3. Detección sencilla y rápida de los talentos deportivos.

Si realizamos la valoración del rendimiento expresado como VO2máx de manera indirecta mediante 2 metodologías diferentes.

  1. Método gráfico: mediante el normograma de Ästrand, donde se une primero la carga de trabajo alcanzada a la frecuencia cardiaca obtenida para la misma, quedando delimitado el valor del VO2máx (l/min). Si el sujeto tiene mas de 35 años o si llegamos a conocer su frecuencia cardiaca máxima se debe aplicar el factor de corrección correspondiente, multiplicando dicho factor por el valor de VO2max obtenido en el normograma.
  2. Método matemático: aplicando una ecuación de predicción del VO2máx
  • Estimar el VO2 para una frecuencia cardiaca determinada mediante la siguiente fórmula (donde Y=%VO2máx) y que es diferente para ambos sexos:

Hombres:Y= 0.969 x (frecuencia cardiaca alcanzada) – 48.5

Mujeres: Y= 0.969 x (frecuencia cardiaca alcanzada) – 56.1

Posteriormente se halla el coste energético para la carga de trabajo alcanzada mediante la siguiente fórmula (donde X=l/min) y que es         diferente en función de la carga de trabajo.

De 50 a 175 W: X= 0.3 + (0.012 x vatios alcanzados)

De 200 a 400 W: X=-0.14 + (0.0146 x vatios alcanzados)

A continuación mediante una regla de tres VO2máx = X x 100/Y y a este resultado le aplicaremos el factor de corrección correspondiente a la edad (Astrand, 1986).

  • Otros autores propugnan que cuando la frecuencia cardiaca alcance el valor de 170 ppm se puede estimar el consumo de oxígeno, en relación directa con la capacidad de trabajo físico.

VO2-170=(PWC170 x 0.01433)/(0.23 x 4.83)

Test de astrand (1970)

Test submaximal en cicloergómetro que permite predecir según sus autores la máxima capacidad aeróbica del sujeto al relacionar el trabajo efectuado (kgm) con la frecuencia alcanzada durante el mismo registrada entre el 5º y 6º min de esfuerzo constante. Esta predicción de la capacidad aeróbica (VO2max) se basa en el sexo, la edad, la frecuencia cardiaca en esfuerzo y la intensidad del esfuerzo realizada en cicloergómetro.

La intensidad del esfuerzo o potencia es igual a la fuerzaxdistancia/tiempo o lo que es lo mismo:

Intensidad (potencia)=fuerzaxvelocidad

Velocidad (m/min)=(revoluciones/min)x(metros por revolución) es lo que se calcula como: Intensidad (kgm/min)=3,5kgx(50rpm)x(6m/rev)=150kgm/min.

El test consiste en pedalear a 60 rpm durante 6 min con una carga que le permita alcanzar una frecuencia cardiaca superior a 125 ppm.e inferior a 170 lpm (hombres entre 100W o 600kgm y 150 W o 900 kgm, mientras que para las mujeres entre 75 W ó 450 kgm y 100 W ó 600 kgm.

Para estimar la carga inicial se aplica una potencia de 2 vatios por kg de peso corporal (adultos normales) ó 3 vatios por kg de peso corporal en sujetos muy entrenados.

Si esta muy entrenado y/o adaptado al trabajo con bicicleta el ritmo de pedaleo será de 90-80 rpm.

Registramos la frecuencia cardiaca entre el 5º y 6º minuto y se calcula la frecuencia cardiaca media.

Se  recomienda que tras la elección de la carga la frecuencia cardiaca en adultos jóvenes medianamente activos ha de estar entre 140 y 160 lpm, ya que si estuviera 15 lpm o más por debajo de 140 habría que incrementar la carga de 40 a 60 vatios.

El resultado del test (frecuencia cardiaca registrada y Kgrm o vatios movilizados de forma constante) son llevados al normograma de Ästrand-Rodhal para conocer el valor predictivo del VO2max (ml/kg/min). El error medio de predicción del VO2max estimado con este test es del 15% incluso teniendo en cuenta el factor de corrección con la edad y la frecuencia cardiaca máxima teórica. La predicción mejora con frecuencias cardiacas superiores al 85% de la máxima teórica.

Imagen 1

                                      * Normograma de Astrand y Ryhming modificado

Test de Harvard-step test

Enmarcado dentro de los test de escalones y utilizando el normograma de Ästrand que relaciona la frecuencia cardiaca al final del esfuerzo con el peso corporal del sujeto.

Se sube y se baja un escalón de 40 cm para los hombres (33cm para las mujeres) a un ritmo de 22.5 ciclos (subidas) por minuto (regulado por un metrónomo, a ser posible, a 90  pasos por minuto) durante 6 minutos.

En función de la frecuencia cardiaca alcanzada (ppm.) y del peso corporal del sujeto (kg).

Según los valores la capacidad aeróbica máxima seria superior si son mayores de 61, excelentes si están entre 53 y 60, buenos entre 45 y 52, bajos entre 37 y 44 y muy bajos entre 29 y 37.

Prueba del escalón del Forest Service o test de Sharkey (1977)

El test de Sharkey fue creado para valorar la capacidad aeróbica en el servicio forestal (bomberos) de U.S.A. y por ello se denominó Prueba del escalón del Forest Service. Consiste en subir y bajar un banco o escalón de 38 cm de altura para los hombres (33 cm para las mujeres) durante un periodo de 5 minutos y a una cadencia de 22.5 ciclos por minuto (metrónomo a una cadencia de 90 pasos por minuto). Al finalizar los 5 minutos de esfuerzo se registra o toma el pulso en posición de sentado (por ejemplo sobre el propio banco).

Su valoración en VO2max se realiza en función del peso corporal y de la frecuencia cardiaca registrada (en ppm.) en un normograma (diferente por ambos sexos) creado a tal efecto. El valor obtenido de VO2max (en ml/kg/min) en el normograma se ha de multiplicar por un factor de corrección en función de la edad del evaluado (Sharkey, 1991).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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  5. Manonelles Marqueta. P, Boraita Pérez. A, Luego Fernandez. E, Pons de Beristaín. C. Cardiología del Deporte I. Monografías Femede. Ediciones Nexus. 2003. ISBN: 84-932682-3-2.
  6. Veronique Billat. Fisiología y Metodología del entrenamiento (de la teoría a la práctica). Editorial Paidotribo. 2002. 1ª Edición. ISBN: 84-8019-627-0.
  7. Vivian H. Heyward. Evaluación y prescripción del ejercicio. Editorial Paidotribo. 2001. 2ª Edición.ISBN:84-8019-206-7

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